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Estagflación 2.0: estrategias empresariales anticrisis para pymes

Introducción

La estagflación —la combinación de alta inflación, crecimiento débil y aumento del desempleo— ha vuelto a la agenda mundial. Los economistas hablan ahora de estagflación 2.0. A diferencia de la década de 1970, la situación actual combina presiones inflacionistas con perturbaciones digitales e inestabilidad geopolítica.

Como resultado, las empresas deben adaptarse rápidamente. Por esta razón, las estrategias empresariales contra la crisis no son opcionales. Permiten a las empresas reducir el riesgo, reforzar su resiliencia e incluso expandirse en condiciones volátiles.

Este artículo explorará la naturaleza de la estanflación 2.0, destacará sus riesgos únicos para las pymes y presentará estrategias probadas para superarlos.

Parte 1: Características de la estanflación 2.0 y por qué son importantes las estrategias empresariales contra la crisis

Interrupciones en la cadena de suministro global

Las turbulencias en la cadena de suministro son ahora constantes. Los economistas describen esta situación como una «crisis permanente». Para las pymes, esto se traduce en mayores costes, menos productos disponibles y márgenes cada vez más reducidos.

Por ejemplo, el Banco Central Europeo estimó que, sin las recientes interrupciones en el suministro, el comercio mundial sería un 2,7 % mayor y la producción industrial un 1,4 % más fuerte. Esta diferencia demuestra la profunda influencia de la logística en el crecimiento.

Por lo tanto, las estrategias empresariales contra la crisis deben incluir la diversificación y las herramientas digitales. Las empresas confían cada vez más en las previsiones basadas en la inteligencia artificial para predecir los cuellos de botella. PwC descubrió que el 91 % de los responsables de la cadena de suministro están revisando su estrategia, mientras que el 57 % ya utiliza la inteligencia artificial para mejorar la resiliencia.

La transformación digital como respuesta fundamental

La digitalización no solo tiene que ver con la eficiencia. También proporciona herramientas de supervivencia. Por ejemplo, el análisis predictivo, la automatización y las plataformas de inteligencia artificial ayudan a las empresas a identificar los riesgos antes de que se agraven.

McKinsey señala que las empresas con grandes capacidades en materia de datos reaccionan más rápidamente ante las crisis. Manpower Group también muestra que las empresas con modelos que dan prioridad a lo digital muestran una mayor flexibilidad.

Dado que la resiliencia depende de la estructura, el marco TOP resulta útil. Este hace hincapié en tres pilares: tecnología, organización y personas. Los estudios académicos confirman que las cadenas de suministro digitales reducen los costes, aumentan la adaptabilidad y favorecen el crecimiento sostenible. Como resultado, las estrategias anticrisis empresariales modernas siempre incluyen elementos digitales.

Inestabilidad geopolítica

Las guerras comerciales, las sanciones y las subidas de impuestos añaden nuevos riesgos. En 2025, los minoristas británicos se enfrentaron a casi 7000 millones de libras esterlinas en costes fiscales adicionales. Su reacción fue automatizar los procesos y buscar ganancias de eficiencia.

Sin embargo, los grandes minoristas pueden absorber estas crisis más fácilmente. Las pymes, por el contrario, suelen carecer de amortiguadores. Deben diseñar estrategias empresariales anticrisis a medida para evitar el cierre.

Los ejecutivos de Marks & Spencer advirtieron que los minoristas se sienten como «alcancías» para los gobiernos. Esto demuestra cómo las políticas externas afectan directamente a la resiliencia privada.

Las pymes: un sector vulnerable pero flexible

Según BDO, el 32 % de las empresas medianas del Reino Unido prevén necesitar préstamos o subvenciones para sobrevivir. Casi el 29 % se enfrenta a retrasos en las entregas que dañan la confianza de los clientes.

Sin embargo, también hay optimismo. Casi la mitad de las pymes se sienten más fuertes que antes de la pandemia. Muchas tienen previsto invertir en inteligencia artificial y automatización, con un presupuesto medio de 4,6 millones de libras esterlinas durante cinco años.

Como resultado, las pymes se encuentran en una encrucijada. Están expuestas, pero también son ágiles. Con estrategias empresariales anticrisis eficaces, pueden transformar los retos en oportunidades.

Parte 2: Estrategias empresariales anticrisis para la resiliencia y el crecimiento

Estrategia 1: Gestión de costes

Análisis de gastos

El primer paso es una auditoría completa de los costes. Esto incluye logística, recursos humanos, almacenamiento y energía. Los gastos ocultos pueden eliminarse rápidamente. Por ejemplo, el cambio a sistemas de almacenamiento más eficientes suele reducir el gasto de forma inmediata.

Inversión en tecnología

La automatización y el análisis predictivo ayudan a las empresas a reducir el desperdicio. Por ejemplo, la adopción digital suele generar un retorno de la inversión del 7-8 %. Esto convierte a la tecnología en un pilar práctico de las estrategias empresariales contra la crisis.

Los minoristas ya están avanzando en esta dirección. Ante el aumento de los impuestos, automatizan las operaciones para compensar los mayores costes.

Optimización logística

Una logística eficiente protege los márgenes. Por lo tanto, las pymes deben explorar el nearshoring, la diversificación de proveedores y la previsión mediante IA. KPMG destaca el valor de reducir el «coste de servicio» en todos los productos y canales.

Como resultado, una logística más inteligente apoya directamente la resiliencia.

Estrategia 2: Gestión de precios

Precios flexibles

Los precios fijos en condiciones volátiles son arriesgados. En su lugar, los modelos dinámicos se adaptan a los cambios en la demanda o los costes. Por ejemplo, las aerolíneas y las empresas de comercio electrónico ya utilizan sistemas en tiempo real. Las pymes pueden seguir este enfoque.

Mejora del valor

Las subidas de precios deben ir acompañadas de ventajas añadidas. Una entrega más rápida, garantías ampliadas u ofertas combinadas hacen que los costes más elevados sean aceptables. Los clientes suelen aceptar las subidas si ven una mejora en el valor.

Posicionamiento de precios

La fijación de precios es estratégica. Un precio más alto puede atraer a clientes premium y disuadir a los compradores de bajo margen. Por lo tanto, alinear los precios con el público objetivo se convierte en un elemento central de las estrategias empresariales contra la crisis.

Estrategia 3: Gestión de la plantilla

Retención del personal clave

Durante las crisis, la pérdida de los mejores empleados debilita la estabilidad. La retención garantiza la continuidad. Por lo tanto, las pymes deben dar prioridad a los programas de fidelización.

Motivación no económica

La motivación no siempre requiere dinero. El reconocimiento, los horarios flexibles y una cultura positiva son herramientas poderosas. Dado que la inflación limita los aumentos salariales, estas medidas cobran mayor importancia.

Desarrollo de habilidades

La formación en herramientas digitales, inteligencia artificial y gestión de la cadena de suministro aumenta la productividad. El marco TOP subraya que las «personas» son un factor decisivo. Por esta razón, el desarrollo de habilidades es ahora una parte vital de las estrategias empresariales contra la crisis.

Estrategia 4: Gestión del flujo de caja

Disciplina de caja

En la estanflación, «el efectivo es el rey». Por lo tanto, las empresas deben vigilar de cerca la liquidez. La reducción de las cuentas por cobrar y la gestión de los niveles de existencias pueden liberar recursos esenciales.

Renegociación de las condiciones

Negociar plazos de pago más largos con los proveedores y un cobro más rápido a los clientes protege el efectivo. Por ejemplo, las pymes pueden solicitar pagos anticipados parciales por los servicios.

Inversiones a corto plazo

La inflación erosiona los ahorros. Por ello, las empresas deben considerar instrumentos a corto plazo y de bajo riesgo, como los bonos indexados a la inflación o los fondos del mercado monetario. Estos protegen el capital sin riesgos excesivos.

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Conclusión: las estrategias empresariales anticrisis como modelo para el futuro

La estanflación 2.0 es compleja. Combina inflación, estancamiento y riesgo geopolítico, todo ello amplificado por el cambio tecnológico. Sin embargo, no es un callejón sin salida. Para muchas empresas, es una oportunidad para innovar.

Las pymes corren un riesgo especial, pero también tienen una gran capacidad de adaptación. Mediante la aplicación de estrategias empresariales anticrisis —control de costes, precios dinámicos, inversión en personal y gestión estricta del efectivo— pueden sobrevivir e incluso prosperar.

De cara al futuro, las empresas que integren la inteligencia artificial, diversifiquen las cadenas de suministro y refuercen las habilidades de sus empleados serán las que dominen el mercado. Las que mantengan una fuerte liquidez también resistirán mejor las crisis.

En resumen, la resiliencia actual se construye, no se hereda. Y las estrategias empresariales anticrisis proporcionan el marco para esta resiliencia en un mundo incierto.